miércoles, 24 de noviembre de 2010

"La máquina de Dios", cerca de descubrir una dimensión oculta.

Los cientificos del LHC sueñan con un gran 2011. Un equipo formado por más de 3.000 físicos de primer nivel trabaja en el detector Atlas, y creen que el próximo año se observarán partículas masivas como el bosón de Higgs, se descubrirán dimensiones extras y obtendrán partículas relacionadas con la materia oscura.

La historia del primer acelerador de partículas más grande y más caro del mundo, parecía al principio una comedia más que un gran experimento cientifico.A pesar de todos los cálculos elaborados durante años, esta máquina falló casi en el mismo momento en que se inauguró. Finalmente, y tras varios meses después de lo previsto, el acelerador de hadrones comenzó a trabajar como sus creadores habían imaginado. Comenzaron a llegar buenas noticias sobre los logros que conseguia casi cada mes, este gigantesco anillo sellado al vacío y enterrado decenas de metros bajo tierra entre Suiza y Francia. Ahora, los responsables de diseñar los experimentos que se llevan a cabo en las instalaciones del CERN han adelantado lo que esperan lograr a lo largo del año próximo.

Al igual que los otros tres, este enorme dispositivo se encarga de registrar lo que ocurre cuando colisionan partículas a muy altas energías. Pero lo que hace diferente a Atlas es su “falta de especialización”. Mientras que los detectores -al menos dos de ellos- fueron diseñados para observar eventos concretos, éste es capaz de detectar un amplio espectro de fenómenos. La razón de este diseño “multifuncional” se debe a que las energías en juego dentro de este acelerador son tanto más grandes que las alcanzadas anteriormente que, según Bosman, entramos en terreno desconocido en el que no sabemos qué vamos a encontrar. Hemos preferido diseñar un detector generalista para intentar que, cuando ocurra algo inesperado, no se nos escape.

Atlas comenzó a dar resultados a partir de marzo del año pasado. Los cientificos aún estan analizando los datos obtenidos en esa fecha.

Y es en ese aspecto donde 2011 podría ser el año del LHC. Los responsables de aparato confían en que en algún momento del próximo año, finalmente podrán “ver” el bosón de Higgs, una masiva partícula elemental cuya existencia ha sido predicha por el modelo estándar de la física de partículas. Su importancia radica en el papel que desempeña en la explicación del origen de la masa de las otras partículas elementales. Otra posibilidad que se estudia es que la máquina revele la existencia de dimensiones no descubiertas hasta ahora, o incluso la generación de partículas relacionadas con la materia oscura.

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