jueves, 31 de marzo de 2011

La física subyacente en cómo los animales se sacuden el agua que empapa su pelaje

Si alguna vez ha bañado a un perro, sabrá de primera mano la rapidez con la que su mascota puede sacudirse el agua, librándose de ella y probablemente mojándole a usted. Ahora un equipo de investigadores estudia la física del movimiento que sirve a los perros y otros animales para sacudirse el agua. Un posible resultado práctico de esta línea de investigación es mejorar la eficiencia de las lavadoras, las secadoras y otras máquinas por el estilo.
Los ingenieros mecánicos Andrew Dickerson y David Hu, del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech), analizaron recientemente los movimientos de 40 animales diferentes (13 especies en total) usando para ello filmaciones de alta velocidad y filmaciones en rayos X, para ver los detalles de cómo un mamífero se sacude para secarse.
Los resultados de esta investigación podrían conducir a la creación de tecnologías que aprovechen esta capacidad eficiente y rápida de secado que ya ha desarrollado la naturaleza.
Los investigadores del Georgia Tech constataron que los animales oscilan a frecuencias cuyo valor es suficiente para expulsar las gotas de agua, y que la frecuencia de las sacudidas está en función del tamaño del animal.
Cuanto más grande sea el animal, con más lentitud se sacudirá para secarse. Por ejemplo, un ratón mueve su cuerpo a razón de 27 sacudidas por segundo, en tanto que un oso pardo lo hace a unas 4 sacudidas por segundo. Con esa velocidad de movimientos, los mamíferos más pequeños pueden experimentar una fuerza de aceleración y desaceleración equivalente a más de 20 veces la fuerza de la gravedad terrestre.
Los mamíferos con pelaje, a diferencia de los humanos, tienden a tener una piel flácida, que se agita en todo el animal cuando éste cambia de dirección bruscamente en sus movimientos. Esto es crucial para sacudirse con eficiencia el agua, e indirectamente también resulta vital para una adecuada conservación del calor corporal.
Al respecto de esto último, basta con plantearse la siguiente situación: ¿Qué haría usted en un día frío si estuviera empapado de agua y no pudiera usar una toalla ni cambiarse de ropa? Todas las criaturas peludas de sangre caliente se enfrentan a este dilema a menudo, tal como nos recuerda Dickerson. Afortunadamente para los mamíferos con pelaje, las sacudidas oscilatorias son una forma muy eficiente de secado.

http://www.amazings.com/ciencia/fisica.html

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