domingo, 19 de diciembre de 2010

Mecánica cuántica en la vida cotidiana: la improbable libertad del ser humano


Se piensa que las diferencias entre la teoría cuántica y la clásica son muy insignificantes se hallan también a muchos fenómenos físicos a escala ordinaria: la existencia misma de los cuerpos sólidos, la resistencia y propiedades físicas de los materiales, la naturaleza de la química, los colores de las substancias, los fenómenos de congelación y ebullición, la fiabilidad de la herencia; estas y muchas propiedades familiares requieren la teoría cuántica para su explicación. Alomejor el fenómeno de la conciencia sea también algo que no pueda entenderse en términos enteramente clásicos. El principio de incertidumbre de Heisenberg, en efecto, dice que no posible medir (es decir amplificar hasta el nivel clásico) con precisión la posición y el momento de una partícula al mismo tiempo. Peor aún: existe un límite absoluto para el producto de estas precisiones.
Para hacernos una idea del tamaño del límite dado por la relación de Heisenberg, supongamos que la posición de un electrón sea medido con la precisión del nanómetro entonces el momento se haría tan indeterminado que no podríamos esperar que, un segundo después, el electrón estuviera a menos de 100 kilómetros de distancia.


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