¿Tenemos un acceso real a los coches ecológicos?

Hoy en día se habla mucho de los famosos coches ecológicos, automóviles que utilizan energías limpias, renovables o no, para moverse. Pero lo que intento descubrir con éste artículo, es si el ciudadano de a pie tiene un acceso fácil a este tipo de automóviles.

Lo primero que nos debemos plantear es qué tipos de energías están ya en el mercado. Primero llegaron los híbridos, los cuales han evolucionado estos años, puesto que empezaron siendo coches muy poco evolucionados, con motores eléctricos que sólo funcionaban combinados con otro de combustión. Al principio estos eran coches poco potentes, poco atractivos estéticamente, y podemos decir que muy caros, puesto que 30.000 euros (precio de los primeros Toyota Prius), es un presupuesto elevado para cualquier familia, lo que se une a que son coches con unas claras limitaciones de espacio. Poco después, otra marca japonesa, Honda, desarrolló una tecnología similar.

Ya con la segunda generación del Prius, la mejora fue tal que el vehículo era capaz incluso de circular solo con el motor eléctrico. Ya en la última actualización del Prius, el coche llegaba a incluir un techo con panel fotovoltaico con el que, junto a la recuperación de la energía de frenado, recarga la batería que el motor eléctrico usa.

La tecnología no solo se ha aplicado en coches compactos como el Prius, la filial de lujo de la marca Toyota, Lexus, ha apostado por la tecnología híbrida, y la ha introducido en el segmento de los todoterrenos de lujo, con el rx450h, y en las berlinas de representación como el ls600h.

Mientras estas tecnologías se han desarrollado, también se han buscado otras alternativas. La alternativa mejor desarrollada es la de la pila de hidrógeno, pero todavía no está en la calle porque no se sabe como almacenar el hidrógeno, puesto que no es seguro que los coches lleven una bombona con una presión alta.

Cada vez más cerca están los coches totalmente eléctricos, pero todavía plantean un problema, y es que no existen baterías aptas para ellos, puesto que se necesita una gran cantidad de energía, lo que hace que esta se consuma pronto, y limite en gran medida la autonomía del vehículo.

Otra opción ya presente en nuestro mercado es la del uso de biocombustibles. Hay dos tipos dependiendo del tipo de motor que el vehículo monte:

- Bioetanol: es una mezcla entre gasolina de 95 octanos, con un alcohol llamado etanol. En general, éste se presenta en una proporción de 85% etanol y 15% gasolina normal.

- Biodiesel: es un gasóleo, solo que, a diferencia del gasóleo ordinario, éste está fabricado a partir de grasas animales y vegetales.

Como conclusión, ya es posible conducir coches que respeten el equilibrio medioambiental, pero todavía nos queda mucho por desarrollar hasta llegar a un mundo donde las emisiones se reduzcan a cero.

JUAN PEDRO JIMÉNEZ JIMÉNEZ