Del mismo modo que los médicos utilizan Rayos X para escudriñar el interior del cuerpo humano, los astrónomos los utilizan para ver a través de las oscuras nubes de gas y polvo que ocultan el centro de la Vía Láctea.
Este mosaico cubre un área de 400 por 900 años luz, fue realizado con varias imágenes del telescopio espacial Chandra de las regiones centrales de nuestra Vía Láctea, muestra cientos de estrellas enanas blancas, de neutrones y agujeros negros bañados en una niebla de gas incandescente a multimillones de grados. El agujero negro supermasivo del centro de la Galaxia se ubica dentro del área luminosa blanca del centro de la imagen. Los colores no son reales e indican niveles de energía de los rayos X - rojo (bajo), verde (medio), y azul (alto), este tipo de luz es invisible al ojo humano y es cientos de veces más energética que la luz visible.
El mosaico da una nueva perspectiva de cómo, la actividad en las turbulentas regiones del Centro Galáctico afectan la evolución de toda la Galaxia. Un análisis de los rayos X detectados mostraron que la temperatura del gas tiene unos 10 millones de grados.
Esta gas caliente parece estar escapando desde el centro hacia el resto de la Vía Láctea. La corriente de gas, enriquecido quimicamente por la frecuente destrucción de estrellas, distribuirá estos elementos en los suburbios galácticos. Debido a que se encuentra apenas a 25.000 años luz de nosotros, el centro da nuestra Galaxia es un laboratorio excelente para estudiar los núcleos de otras galaxias.
Fuente e imagen: Observatorio de Rayos X Chandra, NASA, circulo astronómico
domingo, 19 de diciembre de 2010
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