El robot se utilizará para el estudio de 10 ecosistemas que aspiran a formar parte de la red europea de Áreas Marinas Protegidas.
El Liropus ha sido configurado para realizar tareas de observación y recoger muestras y datos hasta una profundidad de 2.000 metros, sin importar que el sistema tiene adaptado la capacidad para trabajar hasta 3.000 metros de profundidad.
Se trata del modelo Super Mohawk II, uno de los ROV del fabricante Sub-Atlantic más vendidos hasta la fecha, del que hay 22 unidades. Cuenta con seis motores y combina una gran potencia y una gran capacidad de carga que le permite tener, además de seis tipos de cámaras, instrumentos de medida y toma de muestra.
Las sociedades se enfrentan a la conservación de la biodiversidad o el cambio climático. Este robot que se presenta es una herramienta con una gran importancia para conocer e investigar mejor nuestros mares y poder tomar las decisiones adecuadas para conservarlos mejor y no echar a perder esa fuente de riqueza.
Este nuevo vehículo submarino es una gran contribución española a una flota de un total de 44 sistemas de características parecidas con los que cuentan los países de la Unión Europea. De esta flota sólo 11 sumergibles no tripulados pueden trabajar a una profundidad igual o mayor a la que alcanza el ROV del IEO, y solo Noruega, Reino unido, Alemania, Portugal y Francia cuentan con sistemas capaces de operar a mayores profundidades.
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