Móviles, wifi... Vivimos rodeados de contaminación electromagnética, y aunque no existe consenso sobre cómo afecta a nuestro organismo, cada vez más científicos defienden que se tomen precauciones .
Cada vez se vive en un entorno de mayor exposición a la radiación electromagnética y cada día hay más pacientes intolerantes a estos campos.
Aportan energía; cuanta más frecuencia, más energía. La luz visible es el límite para diferenciar la radiación de alta frecuencia (ultravioleta, rayos X) de la baja (infrarrojos, microondas...).
Las radiaciones se clasifican en naturales (procedentes de la radiación solar, corrientes de las aguas subterráneas, fallas, líneas de contacto entre distintos materiales, gas radón) y artificiales (líneas de electricidad soterradas en las aceras, líneas de alta tensión, antenas de telefonía y de televisión, redes wifi).
Pero ¿cómo influyen las ondas electromagnéticas en el organismo? José Luis Bardasano, director del departamento de especialidades médicas de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), explica que el ser humano es de naturaleza bioelectromagnética y se caracteriza por su capacidad de generar ciclos (ciclo ovárico, ciclo de la vida) y ritmos (cardiaco, sístole-diástole; respiratorio, inspiración-espiración, o sueño-vigilia). "La luz es el sincronizador externo del ritmo sueño-vigilia, un ritmo circadiano que conecta al hombre con los ritmos de traslación y rotación de la Tierra.
Este experto destaca el papel fundamental que desempeña la glándula pineal en el ciclo sueño-vigilia. "Durante la noche genera melanina, una hormona que necesita oscuridad total para funcionar, esto es, que no haya ningún tipo de radiación visible ni invisible. Si se rompe el ritmo pineal, falta melanina para afrontar los efectos de las ondas electromagnéticas y la persona tiene predisposición genética, se produce cáncer de mama", subraya.
"Urge actualizar la normativa española con los datos obtenidos en los 10 últimos años. Si además conseguimos leyes que tengan en cuenta los factores de riesgo, que los enchufes estén bien colocados y que los electrodomésticos vengan con la polaridad marcada o incluyan toma de tierra, no tendríamos problemas. Hay que investigar, formar y educar a la población en esta materia, al igual que se hace en educación vial o con medidas de higiene. Y esos son nuestros objetivos", subraya Ezequiel Cabado, director gerente de la Fundación para la Salud Geoambiental de Madrid.
Consejos prácticos
Fernando Pérez, experto en salud ambiental y vicepresidente de la Fundación para la Salud Geoambiental de Madrid, sugiere:
- Utilizar pinturas de grafito que eliminan los campos electromagnéticos de la pared.
- Comprobar el estado de la instalación eléctrica y que los polos de los enchufes de las lámparas estén correctamente conectados. Se puede comprobar con un buscapolos.
- No colocar el móvil ni el teléfono fijo en la mesilla de noche (la antena produce emisiones constantemente).
- Procurar que en la habitación contigua al dormitorio no haya microondas a la altura del cabecero.
- Desconectar las fuentes de las radiaciones por la noche: televisión, router wifi..
Cada vez se vive en un entorno de mayor exposición a la radiación electromagnética y cada día hay más pacientes intolerantes a estos campos.
Aportan energía; cuanta más frecuencia, más energía. La luz visible es el límite para diferenciar la radiación de alta frecuencia (ultravioleta, rayos X) de la baja (infrarrojos, microondas...).
Las radiaciones se clasifican en naturales (procedentes de la radiación solar, corrientes de las aguas subterráneas, fallas, líneas de contacto entre distintos materiales, gas radón) y artificiales (líneas de electricidad soterradas en las aceras, líneas de alta tensión, antenas de telefonía y de televisión, redes wifi).
Pero ¿cómo influyen las ondas electromagnéticas en el organismo? José Luis Bardasano, director del departamento de especialidades médicas de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), explica que el ser humano es de naturaleza bioelectromagnética y se caracteriza por su capacidad de generar ciclos (ciclo ovárico, ciclo de la vida) y ritmos (cardiaco, sístole-diástole; respiratorio, inspiración-espiración, o sueño-vigilia). "La luz es el sincronizador externo del ritmo sueño-vigilia, un ritmo circadiano que conecta al hombre con los ritmos de traslación y rotación de la Tierra.
Este experto destaca el papel fundamental que desempeña la glándula pineal en el ciclo sueño-vigilia. "Durante la noche genera melanina, una hormona que necesita oscuridad total para funcionar, esto es, que no haya ningún tipo de radiación visible ni invisible. Si se rompe el ritmo pineal, falta melanina para afrontar los efectos de las ondas electromagnéticas y la persona tiene predisposición genética, se produce cáncer de mama", subraya.
"Urge actualizar la normativa española con los datos obtenidos en los 10 últimos años. Si además conseguimos leyes que tengan en cuenta los factores de riesgo, que los enchufes estén bien colocados y que los electrodomésticos vengan con la polaridad marcada o incluyan toma de tierra, no tendríamos problemas. Hay que investigar, formar y educar a la población en esta materia, al igual que se hace en educación vial o con medidas de higiene. Y esos son nuestros objetivos", subraya Ezequiel Cabado, director gerente de la Fundación para la Salud Geoambiental de Madrid.
Consejos prácticos
Fernando Pérez, experto en salud ambiental y vicepresidente de la Fundación para la Salud Geoambiental de Madrid, sugiere:
- Utilizar pinturas de grafito que eliminan los campos electromagnéticos de la pared.
- Comprobar el estado de la instalación eléctrica y que los polos de los enchufes de las lámparas estén correctamente conectados. Se puede comprobar con un buscapolos.
- No colocar el móvil ni el teléfono fijo en la mesilla de noche (la antena produce emisiones constantemente).
- Procurar que en la habitación contigua al dormitorio no haya microondas a la altura del cabecero.
- Desconectar las fuentes de las radiaciones por la noche: televisión, router wifi..
Fecha de publicación del artículo: 2010-11-23
Fuente: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Radiaciones/control/elpepusoc/20101123elpepusoc_12/Tes
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