Jie Sheng y sus colegas del Instituto de Biodiseño de la Universidad Estatal de Arizona han explorado nuevos métodos para una extracción más segura y limpia de los lípidos. Bajo la guía de Bruce Rittmann, director del Centro de Biotecnología Medioambiental, dependiente del citado instituto, el equipo puso a prueba con éxito varias fórmulas que permiten extraer los lípidos con gran eficiencia.
Los productos de los dos mejores candidatos para la elaboración fotosintética de biocombustibles (algas y cianobacterias) pueden ser fácilmente refinados para producir una amplia gama de biocombustibles ecológicos, incluyendo gasolinas y diéseles. Sin embargo, tal como señala Sheng, las cianobacterias ofrecen varias ventajas importantes como fuente de lípidos. Estos microorganismos, en particular la cepa que el equipo utiliza (conocida como Synechocystis) son muy simples y ya han sido genéticamente secuenciados por completo, de manera que los científicos los conocen bien y por eso pueden modificarlos con facilidad. Estas modificaciones genéticas permitirían optimizar la cantidad y la calidad de los lípidos producidos para los biocombustibles.
Además, a diferencia de las algas, que deben ser sometidas a condiciones de estrés biológico para maximizar su producción de lípidos, las cianobacterias se cultivan con más éxito en condiciones de crecimiento óptimo, por lo que la producción de lípidos de alta densidad coincide también con una alta tasa de producción de biomasa. Cuando las cianobacterias cuentan con buenas condiciones para crecer, su producción de lípidos se eleva al máximo.
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