jueves, 14 de octubre de 2010

Catástrofe en Hungría por derrame de sustancia tóxica


Hungría afronta el que podría ser el mayor desastre químico del país con la fuga química, altamente contaminante, ocurrida en una fábrica de aluminio próxima a la localidad de Ajka.
Según el último balance oficial, se han registrado cuatro fallecidos, seis desaparecidos, más de 120 heridos y varios pueblos completamente inundados.
Los heridos sufrieron quemaduras de diferente grado al entrar en contacto con la substancia corrosiva, y ocho de ellos se encuentran graves, según los servicios médicos. Otras muchas personas sufren irritaciones de ojos a causa del plomo y de otros elementos altamente corrosivos.
La sustancia, conocida como "barro rojo" es un residuo que se produce durante la producción de aluminio y tiene grandes cantidades de silicio, hierro y otros metales pesados.
Se derramó en la localidad de Ajka y se fue espandiendo por distintas zonas del país.Las zonas que fueron afectadas en el oeste de Hungría son Veszprém,Györ-Moson-Sopron,Vas y al rio Danubio a través de uno de sus afluentes, el Raba, a la altura de la localidad de Gyor, a unos 120 kilómetros de Budapest.
Los científicos se están concentrando en contener la marea tóxica entre el Marcal y el Raba con la idea de que llegue la menor cantidad de residuos al Danubio.
En el punto en el que confluyen el Marcal y el Raba, los equipos de limpieza vierten yeso al agua para neutralizar los elevados niveles de alcalinidad de las aguas, que suponen una grave amenaza para los seres vivos.
Los niveles de ph –que miden la acidez o alcalinidad de las aguas– en la confluencia de ambos ríos han subido hasta 9.3 puntos, informó el vocero del Servicio de Desastres, Tibor Dobson. La escala de ph se establece entre 0 y 14 puntos, siendo el valor neutro de 7 el más adecuado para la vida. Por arriba de 7 el agua es alcalina.
Por el momento, no se han encontrado signos de daños naturales en el Danubio. En cambio, en el río Marcal murieron todos los peces de la zona afectada por la avalancha tóxica.
Los ecologistas esperan consecuencias de largo plazo. Según dijeron, todavía es difícil determinar la verdadera dimensión de la catástrofe, ya que aún no se conoce la composición química del lodo ni su contenido en metales pesados.
Para constatar los daños, el primer ministro, Victor Orban, visitó la localidad de Kolontar, una de las poblaciones contaminadas con lodo.Después de observar el panorama dijo que no tiene sentido retirar escombros del pueblo porque resultaría imposible volver a vivir ahí.

Fuente: Radio Francia internacional, La hora y Diario la prensa.

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