miércoles, 2 de junio de 2010

CHAPUZAS DE LA EVOLUCIÓN


¿Qué sentido tiene la menstruación?
Simplemente es un vestigio del peculiar mecanismo de reproducción de los antepasados. Se trata de una chapuza, una más entre las incontables que se cuentan en los seres vivos.

Respuestas inadecuadas a los procesos evolutivos
Los defectos pueden atribuirse a la escasa y retardada respuesta de los organismos a las exigencias evolutivas. Charles Darwin se dio cuenta inmediatamente de que las imperfecciones se imbricaban muy bien con su teoría evolutiva. Sin embargo, tuvo más dificultades para explicar los deslumbrantes aciertos de la naturaleza, y lo resolvió con soluciones ingeniosas, los organismos son capaces de modificar las estructuras preexistentes, pero no de crearlas a partir de la nada.
Ese cambio de función es una estructura con una determinada función se va modificando gradualmente hasta adaptarse para cumplir otra bien distinta. Pierde parte de su cometido original, y tampoco es capaz de desempeñar eficazmente la nueva tarea.

Contundente forma de reducir el consumo de energía
La persistencia durante mucho tiempo de estos vestigios tiene una explicación sencilla: cuando un órgano de gran tamaño deja de usarse, hay una fuerte presión para reducir sus dimensiones, porque constituye un estorbo que consume muchos recursos. Pero conforme mengua, la selección natural se relaja.
Las reliquias se manifiestan también en comportamientos trasnochados.
Un enfoque muy productivo en la medicina moderna explica las enfermedades e imperfecciones del hombre en términos evolutivos. Uno de sus argumentos es la existencia de un compromiso entre las distintas partes del organismo, otra explicación posible es el cambio de ambiente, que genera inadaptaciones que persisten durante mucho tiempo.

El conflicto con otros seres impulsó nuestro desarrollo
Los seres humanos hemos evolucionado por el constante conflicto con otros seres, lo que nos ha obligado a desarrollar sistemas de defensa extremadamente complejos que, en ocasiones, se vuelven contra nosotros mismos en forma de ciertas enfermedades autoinmunes.
Otra fuente inagotable de chapuzas es la selección sexual, que genera machos muy atractivos para las hembras, pero deficientes para la supervivencia, pues también atraen a los depredadores.
La propia existencia de los machos puede ser tachada en cierto sentido de una chapuza: las hembras que se reproducen por partenogénesis y los organismos hermafroditas podrían subsistir por sí mismos.

Una especie puede verse favorecida por una catástrofe
El desarrollo de determinadas especies puede estar favorecido por grandes catástrofes que extinguen a los rivales y dejan multitud de nichos ecológicos vacíos donde experimentar.

Adaptados para ver por arriba y por abajo
Otro apaño evolutivo similar es el que dio lugar al dedo pulgar del oso panda, que le sirve para manipular los tallos de bambú con los que se alimenta. Sus antepasados eran carnívoros y carecían de ese apéndice. Desarrollaron exageradamente hacia fuera uno de los huesos de la muñeca y lo dotaron de una musculatura propia.

En los lenguados, el cambio se vive en directo
Los alevines de estas especies nacen con un ojo a cada lado del cuerpo y llevan una vida no ligada al fondo. En el transcurso de su desarrollo, uno de sus ojos se va desplazando, de forma un poco monstruosa, al lado superior del cuerpo y se pigmenta hasta conseguir imitar casi a la perfección el fondo. La boca, sin embargo, no consigue colocarse debajo y queda torcida en una posición menos eficaz para la alimentación.

Fuentes:
Varios blogs científicos dedicados a la evolución.

JUAN PEDRO JIMÉNEZ JIMÉNEZ

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